viernes, 12 de abril de 2013

A Royal Affair (La reina infiel) Romance politico real. Dirección: Nikolaj Arcel


Cada vez y con el paso del tiempo resulta mas difícil encontrar un buen drama de época en el cine, no se en que momento las historias en donde los protagonistas son las familias reales y los escenarios son los grandes castillos de los siglos XVII y siglo XXVIII se convirtieron en historias monótonas y repetitivas, sin ir demasiado lejos podría nombran a Maria Antonieta, Jane Eyre, La Joven Victoria Bright Star, todas películas románticas, con los mismos escenarios, los mismo vestuarios, la protagonista que toca el piano, la secuencia de baile y los viajes en carrozas y tal vez la misma historia de amor.

La reina infiel por supuesto también tiene todo esto y tal vez los primeros minutos se pueda llegar a pensar que precisamente se va a ver otra vez otra película de los mismo. Pero no es así  es una película que aunque juega a la historia romántica y al triangulo amoroso, lo hace para contar una historia política, la cual no se aleja demasiado a los universos políticos actuales,  traiciones, manipulaciones y engaños con tal de darle mas poder a la clase alta y menos derecho al pueblo.


La película nos cuenta la historia de Carolina Matilda (interpretada por la hermosa Alicia Vikander) reina consorte de Dinamarca cuyo esposo el rey de Cristian VII sufre de trastornos mentales (interpretado de manera impresionante por Mikkel Fѳlsgaard quién brilla cada vez que hace su aparición en pantalla, y sin entrar en la exageración hace creíbles los trastornos mentales del monarca, creando un personaje muy interesante, tal vez el mejor papel de la película, imposible no recordar a Tom Hulce interpretando a Mozart en Amadeus.) y para ayudarlo la reina contrata a un medico Johann Struensse (Mads Mikkelsen en una actuación impecable a pesar de su sobriedad tal y como se ve en Casino Royale) quien se vuelve el protegido de Cristian y el amante de Carolina, y aprovechara esto para imponer sus ideas sobre la ilustración humanista totalmente repudiadas por el consejo danes.


Una excelente fotografía que sobretodo se impone en los espacios exteriores y afortunadamente a diferencia de la gran mayoría de dramas de época esta no esta plagada de ostentosidades en vestuario y en dirección de arte que comúnmente se comen la película y ponen la historia en un segundo plano. Pero aquí no sucede, sobretodo porque el mayor fuerte de la película son las actuaciones y las maneras como los personajes se relacionan entre ellos, ademas de su trasfondo político que a pesar de no ser nada sencillo esta bastante bien explicado y llega a transmitir una posición moral en el espectador en donde tal vez se apruebe la infidelidad de Carolina Matilda pero no por el bien de los personajes sino por el bien de la nación. 


Un buen drama de época, acompañado de una muy buena y desconocida historia que merece ser vista por lo menos para caer en cuenta que las grandes historias de la realeza ocurren mas allá del Reino Unido y Francia y para observar de cerca un escenario político que aunque ocurrió varios siglos atrás y en otro continente no se aleja demasiado.




Proxima crítica: End of Watch (En la mira) Dirección: David Ayer.

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