jueves, 27 de febrero de 2014

Philomena: Investigación periodística dramático comica. (Dirección: Stephen Frears)


Anteriormente (hace un año) había hablado de la recurrente costumbre de los premios oscar por poner una "comedia dramática" entre sus nominados a mejor película cada año y aunque jamás he dicho que no sean buenas películas y casi siempre gozan de buenos y originales guiones, siempre he pensado que de cierta forma son películas que sobran entre esos nominados, que por muy buenos guiones que tenga no llegan a ser algo relacionado con "mejor película", sin embargo este año con Philomena a mi forma de ver tenemos la excepción. Para empezar gran parte de mi sorpresa por esta película se debe a su director Stephen Frears, un director que hasta el momento poco me llamaba la atención y las películas que he visto dirigidas por el me han resultado (incluso su altamente respetada película La reina) obras aburridas y lentas, especialmente Mrs. Henderson presenta. Sin embargo a pesar de las negativas expectativas que tenia con Philomena he logrado sorprenderme por la calidad de la historia, por la genial forma de contarla, por el buen guion y sus geniales diálogos y por supuesto por sus buenas actuaciones. 


En los años 50 una joven adolescente llamada Philomena debido a su inocencia e ignorancia queda embarazada luego de un encuentro pasional con un joven en una feria, debido a esto es enviada por su padre a un convento para que sean las monjas las que decidan que hacer con ella, la solución es esperar a que tenga su bebe, después arrebatárselo y darlo en adopción, tal y como lo hacían con decenas de niñas que llegaban con el mismo problema, 50 años después de haber ocultado la historia Philomena la quiere contar y quiere de alguna forma saber el paradero de su desaparecida hija. 


Una historia triste y dramática no debería ir más allá de ser una obra melodramática, desde sus primeros segundos la película promete ser una de esas películas en donde las lagrimas y la nostalgia abundan, o por lo menos así parece hasta que sus personajes principales Philomena (Judi Dench) y Martin (Steve Coogan) empiezan a hablar. Afortunadamente para el cine esta película conjuga dos de las mejores y más inteligentes actuaciones de este año junto con unos diálogos que enorgullecerían al mismo Woody Allen si fueran obra suya.

Judi Dench personifica uno de sus lados más tiernos e inocentes en toda su carrera, Philomena es al mismo tiempo, ternura, compasión, catolicismo y libre pensamiento (por contradictorio que suene) mientras Steve Coogan el periodista que ayudara a Philomena a encontrar a su hijo personifica la razón y la justicia; ambos pondrán en pantalla una de las mejores parejas (no románticas) de la historia del cine y constantemente durante la hora y cuarenta minutos de duración de la película nos llenaran de risas y lagrimas con esos diálogos que oscilan en cuestiones de segundos entre la comedia más fina y más inteligente a el drama y la tragedia dignos de una película sobre una mujer a la que le arrebataron si hijo.


Una espectacular comedia, una triste historia que no se acerca a una historia esperanzadora, unas impecables actuaciones en pantalla, una historia muy bien contada pero sobretodo una directa y dolorosa crítica a la iglesia católica, de esas que esgrimen la espada sin miedo y que nos deja al descubierto uno de tantos misterios de esta gran institución que deberíamos conocer.


Calificación. Philomena: Martin creo que debemos contar esta historia.


sábado, 1 de febrero de 2014

The Broken Circle Breakdown (El circulo del amor se rompe): Una historia de amor con banjos y tatuajes. Director: Felix Van Groeningen


Encontrarnos con The Broken Circle Breakdown es encontrarnos con una típica historia de amor, una de esas que tienen éxitos y fracasos, una de esas en las que a un hombre y a una mujer parece que estuvieran destinados a luchar por su amor y a sufrir por el, es verdad, no es nada diferente a lo que ya se haya visto, pero The Broken Circle Breakdown tiene dos grandes razones para hacer de esta historia de amor una experiencia totalmente diferente, las razones son sus dos protagonistas Elise y Didier.


Elise y Didier representan una pareja que al parecer se sale de lo acostumbrado, él, un vaquero que a pesar de su nacionalidad belga tiene una extraña afición por Estados Unidos y la música country, ella una joven aficionada a los tatuajes que muestra constantemente un respeto por un mundo espiritual que ni siquiera entiende. Los dos toman las riendas de una relación a veces destructiva, a veces esperanzadora en donde por cuestiones obvias ella toma el papel de los sentimientos y él el papel del sentido común.


Evidentemente se trata de una película en donde el amor toma protagonismo a lo largo de 8 años en la vida de Elise y Didier y es gracias a la narración no lineal de la película que en ningún momento nos enfrentamos a otra historia de amor cursi e incluso fantástica para muchas personas (consultar películas escritas por Nicholas Sparks) sino que al contrario la película permite que otros elementos que son dignos de una historia de amor como la pasión, las discusiones, las amistades, los grandes fracasos y por supuesto la inmensa y constante simbología que rodea las aficiones de los protagonistas como los tatuajes de Elise y la espectacular música country de Didier (que incluso dan ganas de tenerla en el playlist del iPod) también hagan parte de la historia.  


La película funciona de principio a fin y sin duda nos deja entrar de manera positiva en la vida de sus protagonistas a pesar de que en momentos se le quiere dar más importancia a temas irrelevantes principalmente relacionadas con el gobierno estadounidense, el clero y las células madre, que a pesar de ser una excusa para pasar a temas más importantes simplemente quedan sin ninguna conclusión alguna.

Una buena excusa para ver cine belga, para dejarnos llevar por esta historia, para disfrutar buena música y buenas actuaciones y para sufrir y reír con Didier y Elise

Calificación: Un tatuaje difícil de borrar.