viernes, 31 de enero de 2014

The Wolf of Wall Street (El lobo de Wall Street): Otra película de gangsters por Scorsese pero estos son de cuello blanco.


Martin Scorsese es un genio del cine que le a traído a este mundo tantos éxitos cinematográficos que en momentos resulta difícil pensar que puede traer algo nuevo y diferente (y mucho más difícil  si tiene en cuenta que casi nadie en el Hollywood actual lo hace), sin embargo todas sus películas han demostrado que tal vez no haya nada que detenga a este hombre ya que no es fácil creer que obras como Hugo, La Isla Siniestra y Los Infiltrados sean proyectos de una misma persona. Por supuesto su más reciente película El Lobo de Wall Street no es la excepción, a sus 71 años el director italoamericano realiza la película más retorcida que se le haya podido ocurrir sin embargo en medio de todo eso el director nos trae una de las evaluaciones morales de la sociedad más complejas hasta hoy en día. 

Jordan Belfort se llama el protagonista de esta película, un personaje que casi desde los primeros minutos hace olvidar quien es Leonardo Dicaprio y deja claro porque tal vez es su mejor papel hasta la fecha (a pesar de lo bien que estuvo en El Gran Gatsby), Jordan es el puro retrato del ladrón de cuello blanco, de la vida de lujos y de excesos, del poder monetario y de la clase alta (que como ya lo había dicho anteriormente parece el tipo de papel mas adecuado para Dicaprio), llevado hacia el más controversial y excesivo extremo, un hombre que se cobija con la adicción al dinero, que no tiene límites, que no tiene miedos ni tabúes y que por supuesto tiene carisma de sobra.


Resulta complicado entender que se trate de una película seria y dramática sobre la vida real de alguien cuando un 70% de la película se encarga de mostrar la vida excesiva de Belfort y compañía (sobre todo el siempre gracioso Jonah Hill que con este papel extrañamente logra más nominaciones al Oscar que Gary Oldman y Robert Redford), sus recurrentes orgías en la oficina, sus bacanales de drogas, sexo, fiesta y dinero; no es nada fácil hacer entender que lo que se está viendo pasaba en la vida real, que esos señores bien vestidos con autos de lujo y hermosas esposas, en el fondo eran (o son) en realidad esta especie de depravados y drogadictos que nos muestra Scorsese, estos hombres que en realidad no se toman la vida tan en serio exceptuando cuando de conseguir dinero se trata; a pesar de esto no creo que haya otra forma más racional y moral para mostrar y hacer entender la complejidad de la vida de estas personas y mucho más si se tiene en cuenta que hasta el momento no ha habido ninguna película, ni serie de televisión sobre mafiosos (ni siquiera las de los mafiosos colombianos) con tanto contenido sexual y drogadicción lo que hace pensar por momentos que los ladrones de Wall Street resultan con mentes más retorcidas que las de Pablo Escobar, Tony Soprano, Nucky Thompson o incluso otros personajes de Scorsese como Henry Hill o Frank Costello.


La película navega entra una ensalada de géneros que afortunadamente y gracias de nuevo a la genialidad de Scorsese en ningún momento se llegan a acercar a el drama trágico acostumbrado en las películas biográficas, con algunas escenas de comedia dignas de películas como ¿Qué paso ayer? que incluso se le verían mejor a Zach Galifianakis que a Leonardo Dicaprio pero que no le quitan encanto a la película, algunos diálogos geniales con buenas cargas de humor negro que sobrepasan casi todos los diálogos en las obras de Scorsese, escenas dramáticas que no vuelven la película cursi y por supuesto actuaciones impresionantes sobre todo de sus tres protagonistas Dicaprio, Jonah Hill y Margot Robbie quien interpreta a la esposa del lobo (Scorsese).


Una película que no intenta dar valores morales, ni moralejas, que no intenta ni volver heroe ni villano a nadie, que no tiene buenos ni malos ni correctos o incorrectos, que a pesar de su sobredosis de sexo visual, de que quedo ubicada como la película en donde la palabra "fuck" se utiliza mayor número de veces en una película y de que su duración sobrepasa un poco más de las tres horas, pero que a pesar de todo esto muestra a profundidad el desdichado y poco explorado cinematógraficamente mundo del wall street, saca lo mejor y lo peor de sus personajes y sin ninguna duda nos enseña porque Scorsese  es un genio, que no le queda grande nada y por supuesto que siempre hay maneras diferentes para contar las historias.

Calificación: El lobo también vendió esta película.