martes, 26 de marzo de 2013

No: Publicidad política NO pagada (Director: Pablo Larraín)

En 1988 el pueblo Chileno tuvo la oportunidad de deshacerse de la dictadura de Augusto Pinochet luego de 15 años en el poder, en búsqueda de una estabilidad diplomática a nivel internacional Pinochet realizo unas elecciones en las que el pueblo tenia la oportunidad de decidir si quería o no continuar con Pinochet en el poder. A modo de llevar una batalla legal se le permitió a ambas opciones tanto el SI como el NO tener una franja televisiva de 15 minutos diarios durante un mes, al igual. La película de Pablo Larraín trata sobre como se realizo la campaña del NO.


No es una película convencional, Larraín hace una película en la que muestra la oscuridad de la dictadura, la presión y el riesgo de oponerse a ella y el poder de los medios. A partir de un tratamiento casi desconocido en la historia del cine, ya que la película es realizada en su totalidad con cámaras de vídeo de una calidad muy baja, similar a la utilizada en la época para las campañas publicitarias. Esto hace que la película en sus primeros minutos resulte incomoda, pero solo en los primeros minutos, desde el momento en que vemos la primera imagen de archivo a través de un televisor entendemos porque la película está hecha así  entendemos como Larraín nos quiso introducir en ese mundo oscuro de la dictadura chilena.



Como si se tratara de un documental con constante cámara en mano, fuertes y no tan estéticos movimientos de cámara, un uso constante de las imágenes de archivo, participación de varias personas involucradas con las campañas  (como el ex presidente Patricio Alwin que precedería a Augusto Pinochet como presidente del país y el cantante Florcita Motuda) y casi que un descuido total en cuanto a iluminación apoyado con una impecable ambientación y vestuario que inmediatamente remite a la época,  la película involucra lentamente con su trama sin importar si el espectador es chileno o no, lo que importa es que este en desacuerdo con el régimen de Pinochet.



Gael García Bernal el protagonista de la película y quien interpreta al genio detrás de la campaña del NO demuestra su versatilidad como actor y a pesar de tener un papel en gran parte sencillo lo construye perfectamente y sin duda es el único que logra sacar la película de su aire documental y le da un aire humano con el contacto con su hijo y su ex mujer.



Una buena película, una buena critica a la dictadura pero al mismo tiempo al poder de los medios, aunque de igual forma una ovación a estos, los medios como estrategia política se encuentran en esta película y demuestran porque son tan importantes, tan poderosos pero sobretodo tan manipulados.




Próxima crítica: Edificio Royal (Director: Iván Wild)

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