lunes, 27 de mayo de 2013

Rápidos y Pretenciosos 6. Por: ELIUD RAMIREZ.



Justin Lin director de las 3 películas anteriores de la saga Rápidos y Furiosos  nos trae una película que es como una Coca-Cola, todo el mundo es consiente que no es la bebida más saludable, pero se vende como pan caliente.


Más impresionante que las escenas de acción es el hecho de que esta película vaya a tener una séptima parte, los aficionados a la velocidad  y al caucho quemado en el cine se sentirán bien, porque las persecuciones hacen que la sala huela a gasolina y asfalto, hay tomas espectaculares que recuerdan por ejemplo la famosa persecución de Matrix II  en la autopista, sin embargo saltos de un vehículo a otro harán que Newton se revuelque en su tumba porque van en contra de todas las leyes de la física y sobre todo del sentido común.


Rápidos y Furiosos tiene a 17 expertos en mercadeo por cada guionista, en ese orden de ideas si el hijo de Brian O´Conner (Paul Walker) fuera mayor probablemente sería Justin Bieber o alguna celebridad adolescente con más de 50 millones de fans en Facebook, y es que si algo puedo yo admirar de la quinta y sexta parte de esta serie es que tienen muy claro el concepto de globalización en el cine, con un lugar-locación se aseguran un público de por lo menos 4 países, con un actor el de los siguientes 4 y así se convierte todo en un juego de ajedrez en el que cada ficha representa un escalón en taquilla, contrario a lo que hacía el bueno de Kubrick quien también veía los personajes como fichas de ajedrez, pero con la gran diferencia que su razón de estar en el film era por conveniencias dramatúrgicas y de contenido.


La película tiene aspectos positivos como la necesidad de conectar las otras 5 anteriores películas y esto da como resultado que se tejan relaciones melodramáticas, que de una u otra forma generarán un grado de empatía en el público, Dwaine Jhonson (la Roca) sigue metido en su papel de ser una roca de personaje sin un mundo interno que lo haga complejo, las secuencias de combate son muy bien cuidadas, los diálogos nos sacarán algunas risotadas que nos relajarán lo suficiente como para olvidar la incoherencia que nos tratan de contar con Rápidos y Furiosos 6.


Entretenimiento:         7.5
Contenido:                 4.1
Derroche Visual         7.9








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