jueves, 25 de abril de 2013

Roa: Yo no soy un hombre, soy un pueblo (Director: Andrés Baiz)


El cine colombiano: desconocido, impopular, no aceptado y algunas veces incomprendido. O por lo menos eso sucede con el mismo publico colombiano, el cual con el paso de los años se ha encargado de crear una gran cantidad de conceptos falsos, erróneos y supuestos cliches sobre nuestro propio cine, logrando como resultado un publico que prefiere no acercarse a este porque según este "siempre es lo mismo", porque "solo muestra lo malo de país"


Andrés Baiz quien anteriormente había dirigido las películas Satanás (2007) y La Cara Oculta (2011) y que se ha abierto paso de manera positiva entre el publico colombiano por hacer un cine "diferente" (si creemos en la falsa idea de que en Colombia todo el cine es igual) que funciona muy bien comercialmente y que por supuesto llama la atención del mismo pueblo colombiano. Esta vez lo hace con Roa la película que narra la historia de Juan Roa Sierra, el supuesto asesino de Jorge Eliécer Gaitán, tristemente la tercera película en la historia del cine relacionada con El Bogotazo (después de Cóndores no entierran todos los días (1983) y Confesión a Laura (1991)) a pesar de ser uno de los sucesos mas importantes de la historia Colombiana (esto es triste sobretodo si vemos por ejemplo que los ataques a las torres gemelas al día de hoy ya tienen mas de 20 películas, sin contar documentales, relacionadas con el suceso, a pesar de haber ocurrido hace tan solo 12 años)


Pero hablemos de Roa la cual se caracteriza mayormente por su impresionante producción  por una reconstrucción de esa Bogotá de 1948 bastante cuidadosa en todos sus aspectos, desde el vestuario de los personajes, pasando por la ambientación en las casas hasta incluso devolver a Bogotá el tranvía. Pero la película no es solo eso, y sin pasar a discutir que tan verídica es  o no, la película está cargada por una actuación bastante destacable de parte de Mauricio Puentes pero que lamentablemente es absorbida casi que por completo cada vez que Gaitán (interpretado por Santiago Rodríguez) con su impresionante maquillaje y caracterización aparece en pantalla, no por tratarse de una gran actuación  simplemente por tratarse del héroe colombiano por excelencia, por otra parte Catalina Sandino Moreno demuestra una vez porque es tan difícil entender que haya sido nominada al oscar ya que  nuevamente se muestra monótona y aburrida a la hora de actuar.


Hablando más exactamente de la historia, está muy bien contada con elementos dramáticos y emocionantes pero sin faltar esos momentos de humor sutil que caracterizan a los colombianos, y a pesar de tener algunos leves errores anacrónicos (como por ejemplo el vocabulario) los cuales creo que es imposible de omitir por completo en una película de época, la obra se encarga de crear identificación entre Roa como el colombiano promedio y el público al punto de que a mi forma de ver Roa debería ser el artíficie de la frase "yo no soy un hombre, soy un pueblo".

Una película importante de ver, sea por buena o por mala, como colombianos debido a hecho que relata (que a propósito tristemente, no es tan bien conocido por los mismos colombianos), a los intentos bastante positivos de hacer una gran película de época y por supuesto por seguir ayudando a construir historia a partir del cine colombiano algo bastante importante en este país que carece de memoria histórica y visual.







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