Danny Boyle en sus películas ha tratado temas tan distantes como la adicción a la heroína (Trainspotting, 1996), la vida en una playa al margen de la civilización (La Playa, 2000), un holocausto zombie (28 Días Después, 2002), una historia romántica en la india (Slumdog Millionaire, 2008) y la lucha de una persona por sobrevivir en el desierto al quedar atrapada (127 Horas, 2010), pero que a pesar de estas diferencias temáticas ha mantenido una estética bastante autentica en sus películas en las cuales comúnmente incluye planos complejos y no comunes, uso de diferentes tipos de cámaras y formatos de imagen y constantes flashbacks y flashforwards repetitivos que van cobrando significando mientras la película avanza. Trance es la más reciente película del director británico y al igual que lo hizo Christopher Nolan con Inception (2010) y los hermanos Washowski con The Matrix (1999) en esta Boyle trata de entrar, manipular y jugar en el mundo de los sueños, la imaginación y la mente, y con una trama compleja pero bien construida como lo exigen este tipo de películas, el director muestra una nueva visión de las películas de robos y atracos que tristemente desde hace varios años atrás se ha ido deteriorando dejando casi en el olvido publico películas maestras del género como El Golpe (George Roy Hill, 1973), Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992) y Grupo Salvaje (Sam Peckinpah, 1969).
Trance cuenta la historia de una banda de atracadores liderados por un hombre llamado Franck (Vincent Cassell) quienes intentan robar una valiosa obra de arte que extrañamente en algún punto del robo desaparece, el único que sabe dónde esta es un trabajador del lugar de donde fuer robada llamado Simon (James McAvoy) quien recibe un fuerte golpe en medio del atraco, es por eso que Franck contrata a una hipnoterapeuta llamada Elizabeth (Rosario Dawson) para que por medio de sus terapias le haga recordar a Simon donde está la obra de arte.
Trance es una obra compleja con varios entresijos y enredos como la manipulación directa de la mente pueda tener, eso hace que el aspecto mejor logrado de la película sea su montaje y la forma como la película está construida, siendo este uno de los aspectos mejor utilizados por el director, en Trance el uso de las diferentes cámaras y formatos, y los planos complejamente absurdos contribuyen exitosamente a decorar esa atmósfera surreal y enredada que la película exige obteniendo como resultado una constante confusión en el espectador y cabos cada vez más sueltos que solo hasta pocos minutos antes del final serán atados y comprendidos.
¿Por momentos resulta mucho más enredada de lo que debe ser? Yo diría que sí, creo que hay una sensación de "rebusque" en cuanto a la trama y por lo tanto varias incongruencias que consisten principalmente en la bipolaridad o cambio de estrategia constante de los 3 personajes principales sin que haya nada que lleve a eso. En unos pocos momentos, la imagen satura por la misma velocidad de su montaje, mucho más rápido de lo que se necesita para mostrar lo necesario.
A pesar de esto es una buena película cargada de mucha tensión, mucha emoción y una constante duda sobre lo que está pasando y como lo dije anteriormente una duda que solo será resulta pocos minutos (o incluso segundos) antes del final.
Próxima Crítica: Star Trek en la oscuridad (Director: J.J. Abrams)
Excelente película me gusto demasiado acabo de terminar de verla
ResponderEliminarExcelente película me gusto demasiado acabo de terminar de verla
ResponderEliminar