Peter Jackson nos lleva una vez a la maravillosa Tierra Media, un año después podemos volver a ver a Bilbo, Gandalf y los 13 enanos comandados por Thorin en su camino hacia la montaña solitaria con el fin de recuperar su hogar, su poder y sus riquezas. Dos horas y media en las cuales a diferencia de la anterior se encuentra más acción, pero al mismo tiempo con más escenas sin sentido y aclarando porque no era necesario hacer una trilogía de películas a un libro de 320 páginas como El Hobbit.
El Hobbit sin duda como en todas las cuatro películas anteriores de Peter Jackson sobre la tierra media una vez más destaca por una excelencia artística y visual indiscutible, excelentes vestuarios, maquillajes, paisajes, escenarios, claro que esta vez a diferencia de los anteriores la ayuda del retoque y los efectos digitales por supuesto que ayuda a darle más peso a esto. Sin embargo, y a pesar de esto la película resulta en algunos puntos innecesaria y aunque en ningún momento llegaré a comparar un libro con una película creo que sin duda algunos aspectos creados exclusivamente para esta película como darle más importancia, el personaje Tauriel y la inclusión de Legolas resultaron innecesarios tal vez porque poder llenar el espacio de un libro tan corto en tres películas de 2 horas y media por mucho que no se quiera se va a notar como eso, como relleno.
La película por varios momentos sorprende, las escenas de acción son impresionantes, las excelentes coreografías que nos muestran las habilidades guerreras de los enanos, la habilidad de Legolas para matar con estilo (supongo que debe hacerlo bien ya que es lo único que hace en toda la película) y las carencias de los orcos o trasgos como guerreros. Sin duda la combinación de las habilidades acrobáticas de los actores (y sus respectivos dobles) y los efectos digitales resultan más que apropiados sobre todo en escenas como la persecución en los rápidos, pero también sucede y creo que en mucha mayor magnitud en todas las escenas en las que tanto joven Bilbo como los enanos interactúan con el muy bien diseñado dragón Smaug, pero sobre todo en las escenas solitarias de Bilbo con el dragón, en donde los diálogos son excelentes y la tensión de la escena no tiene desperdicio alguno. Las ingeniosas estrategias de los enanos tanto en la cueva como en los rápidos nos permite verlos como héroes y cada movimiento de ellos resulta ser una maravilla. Lastimosamente mucho de este heroísmo es gracias al anillo de Bilbo, ese anillo que le da el poder de la invisibilidad y que sólo lo usa cuando al guion lo conviene a pesar de la gran cantidad de momentos en donde su uso sea casi obligatorio y no lo hace.
Sin embargo, muchos momentos quedan arruinados por la gran cantidad de escenas de relleno que la película posee incluido el plan para derrotar a el dragón que aunque exitoso por dar paso a un muy apropiado final de la película no sirve para absolutamente nada, el papel de Legolas que pasa de una pequeña aparición a un papel principal que se oscila entre guerrero Rambo inmortal y figura perdedora de un triángulo amoroso bizarro, pero Legolas no es el personaje que sobra, al parecer Gandalf también lo hace y su participación es sin duda por muchos momentos la más innecesaria y sin sentido de la película.
Tauriel la dama guerrera élfica que se encierra en un extraño triángulo amoroso entre Legolas y Kíli que de cierta forma no tendría sentido en la cabeza del autor de los libros J.R.R. Tolkien, pero que sin embargo resulta bastante apropiado para fines cinematográficos, lastimosamente sería más apropiado y más memorable si Tauriel no luciera todo el tiempo como una sombra de Arwen de El Señor de los anillos, por supuesto que no es la única ya que el humano Bardo parece una sombra de Aragorn y el asistente del rey parece una sombra de Gríma-Lengua de Serpiente.
Es una buena y entretenida película lamentablemente como la anterior no es ni la sobra de lo que fue la saga de El Señor de los anillos y para los amantes del libro debe ser un error completo de película, sin embargo vale la pena verla para divertirse con las buenas escenas de acción, con los momentos graciosos que la película tiene, y con los buenos efectos y la enorme riqueza artística que tiene, los momentos de relleno de la película a veces resultan tolerables pero si la película no cargara ese gran nombre que tiene seguramente pasaría en mi mente como una más sin embargo La Tierra Media, Peter Jackson y J.R.R. Tolkien siempre tendrán una oportunidad más.
Mi Calificación: 3 estrellas y media (Sobre 4) |